martes, 17 de agosto de 2010

Viaje al sur de Francia, Languedoc 12/03/2006

Salimos de Alcalá dirección a Francia pasando por Cataluña unas 11 horitas de viaje hasta llegar al pueblo costero de canet en roussillon donde teníamos el apartamento tras llegar nos acercamos al paseo marítimo para dar una vueltecita y todo estaba cerrado salvo algún restaurante tenía toda la pinta de un pueblo costero de valencia, nos volvimos al apartamento para colocar todos los bártulos que llevábamos y hacer la cena.

A la mañana siguiente nos levantamos y tras desayunas unas tostas con jamón y unos cafeses cogimos carretera y nos fuimos a visitar algunos castillitos de la edad media, castillos cataros.

La primera para en nuestro recorrido fue el castillo de Aguilar es un castillo cátaro, subimos en coche hasta arriba y resulto que ese día era festivo y estaba cerrado, por lo que lo visitamos por nuestra cuenta ya que no había ni dios.

El castillo se encuentra emplazado sobre un peñasco rocoso de cerca de 400 metros de altura, rodeado por laderas bastante suaves, con barrancos por las zonas del Oeste y el Sur.


Desde el siglo XII el castillo de Aguilar pertenecía a los condes occitanos de Termes que rendían vasallaje a la familia Trencavel. A principios del siglo XIII el castillo sirvió de refugio a diversos caballeros faydits y creyentes cátaros, hasta que fue tomado por Simón de Montfort.


El castillo de Aguilar es un claro y representativo ejemplo de castillo de planta geométrica. La parte más antigua es la segunda muralla interior situada en lo más alto del peñasco. La Torre del homenaje situada en el centro del recinto, también del siglo XII, está rodeada por un recinto amurallado hexagonal flanqueado por seis torres semicirculares de principios del siglo XIII. Dentro de este recinto se encuentra una pequeña iglesia consagrada a Santa Ana.

Tras esto cogimos el coche y seguimos nuestro recorrido dirigiéndonos al siguiente castillo cátaro de nuestro recorrido, las carreteras de esta zona dejaban bastante que desear eso si las vistas del recorrido esta estupendas.

De vez en cuando a lo lejos se divisaba alguna que otra torre de vigilancia medieval.

Al llegar al castillo de Quéribus subimos con el coche una cuestecita de padre y muy señor mío, al llegar nos acercamos al puesto de venta de entradas y la amable dependienta nos pregunto que si éramos españoles o catalanes (perdón) tras el shock inicial le dijimos que ni uno ni otro que un extremeño y una madrileña a lo cual se quedo con cara de póquer, y le dijimos que nos diera el folleto en español y ala iniciamos el ascenso al castillo.

Castillo de Quéribus el castillo sobre el acantilado es un castillo cátaro situado en el municipio de Cucugnan situado a 628 metros de altitud. El nombre del castillo significa roca de los bojes.

En el momento de la cruzada albigense el castillo era propiedad del caballero Xabert de Barbaira, hereje notorio y arisco opositor de los cruzados. Se convirtió en un refugio para los religiosos cátaros. Es uno de los últimos castillos cátaros a cátaros después de la caída de Montsegur.

Con la caída de Quéribus, se daba por finalizada la Cruzada. Oficialmente también se consideraba que se había acabado el catarismo, hay un gran interés en proclamar que el último castillo cátaro había sido conquistado y que el último bastión cátaro se había donado a los franceses. La importancia real reside en el hecho que se trata del último castillo que quedaba en manos occitanas por lo que acababa la obra de ocupación francesa en el Languedoc.
El castillo está constituido por tres recintos superpuestos en la cima del acantilado. Aseguraban la protección del castillo gracias a diversos sistemas de defensa: finas aspilleras que utilizaban los ballesteros, oberturas para los cañones o troneras para las armas de fuego de más recorrido. Cuatro siglos de evoluciones del arte defensivo están representadas. Diversos sistemas de defensa de las puertas están presentes: foso y murallas. Caminos de ronda y casamatas aseguran la vigilancia de los puntos vulnerables. De quince a veinte hombres eran suficientes para defender la fortaleza.

Construido en diversas ocasiones, los muros del torreón han sido reforzados y el espesor de los muros alcanza varios metros. En el interior, la sala gótica contiene dos habitaciones (la bodega y la sala principal) y está iluminada por una imponente ventana. La cima de la torre del homenaje tiene una terraza accesible por una escalera de caracol situada en una torre rectangular juntada con el torreón.

Cuando subimos arriba hacia un viento de mil demonios que nos dejaron las partes expuestas como la cara y las manos rojas como un tomate y heladas, para subir a la fortaleza había unas escaleras de piedra totalmente resbaladiza, por el agua y el frio y el único método de sujeción para no caer por el acantilado era una soga totalmente mojada y congelada.

Cuando conseguías subir venia lo más divertido dado que había que pasar por la entrada del castillo que mezclando el suelo congelado y el fuerte viento no hacía falta ni andar la fuerza del viento te hacia deslizar por el suelo algo bastante chulo la verdad salí y entre varias veces para probarlo una de ellas incluso salte para ver hasta dónde me llevaba el viento, mala idea me calce una ostia muy curiosa.
Como no cuando llegamos la torre estaba de obras y la hija de .... de la taquilla no dijo nada a pesar de los 5 eurazos que costaba la entrada, eso si las vistas eran estupendas. Y lo que pudimos ver del castillo estaba bastante chulo eso sí, si lo restaurasen seria la caña, tras esto bajamos e hicimos algunas fotos chorras, se nos puso a chispear un poco y corriendo para el coche y de camino para el siguiente castillo.

El siguiente castillo que íbamos a visitar era el castillo de Montségur, cuando llegamos nos paramos antes de subir y empezamos a comernos los sándwiches que llevábamos preparados, el castillo a final no lo visitamos porque entre que era tarde estaba medio derruido y costaba entrar 5 euros y estaba lloviendo decidimos que mejor no.

El Castillo de Montségur está situado en Montségur al suroeste de Carcasona a 1207 metros de altura. Los restos actuales del castillo fueron levantados en el siglo XIII tras la derrota de los cátaros. Montségur es un castillo lleno de misterios desde que se convirtió en fortaleza-santuario del catarismo. Numerosas historias en el transcurso de los siglos lo relacionan con el tesoro de los cátaros. Lo que sí parece estar comprobado es que fue construido por la Iglesia cátara y que se convirtió en el último refugio de los cátaros
En mayo de 1243 el senescal de Carcasona emprendió el definitivo asedio del castillo. Tras diez meses, y como consecuencia de la traición de montañeses de la región empezaron la negociación que llevaría a la rendición del lugar. Los vencedores dieron quince días de plazo a los vencidos para abandonar el castillo, pudiendo optar entre la abjuración de su fe y la hoguera. Finalmente, una pira gigantesca consumiría los cuerpos de unos doscientos mártires. Hoy el lugar es recordado con una simple lápida donde se invita al viajero a detenerse ante el camps des cremats.
La leyenda asegura que los quince días de tregua permitieron poner a buen recaudo el famoso tesoro de los cátaros, así como finalizar la formación espiritual de las personas reunidas dentro de las paredes del castillo.
Estuvimos haciendo unas fotitos desde fuera pero al final recogimos bártulos u nos fuimos para el apartamento para descansar y preparar las visitas del día siguiente.

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