Plaza de España 03/09/2004

Plaza de España, es una de las plazas más famosas de Roma. El nombre le viene por el hecho de que fue regalada por Fernando el Católico. En ella se encuentra la embajada española, la sede de la Orden de Malta, la conocida escalinata que sube hasta la iglesia de Trinità dei Monti y la barroca Fontana della Barcaccia.


La plaza se encuentra en el cruce de las calles Via del Babuino, Via del Condotti y Via dei Macelli y Via della Propaganda, justo en el centro podemos encontrar la famosa Fontana della Barcaccia esculpida por Pietro Bernini y su hijo, el célebre Gian Lorenzo Bernini. Al sur de la fuente, se encuentra la columna de la Inmaculada Concepción, dogma católico con especial difusión entre los católicos españoles.


La monumental escalinata de 135 peldaños fue inaugurada por el Papa Benedicto XIII. la construcción de la misma se lleva a cabo gracias a aportaciones de la Casa de los Borbones franceses para conectar la embajada española con la iglesia de Trinità dei Monti.


Su diseño corre a cargo de Alessandro Specchi y Francesco De Sanctis, se eligió la gran escalinata decorada con numerosas terrazas-jardín, que son adornadas en primavera y verano con diversas variedades florales.

Alrededor de la plaza también había individuos vestidos de soldados romanos que permitían que les hicieses fotos previo pago, de lo que me di cuenta cuando se giro y vi el cartel pero como esta foto me la lleve por la pati.

Tras descansar un rato subimos a visitar la iglesia de Trinità dei Monti, donde antes de entrar había un cura que se dedicaba a impedir el paso a todas las personas que no llevasen los hombros cubierto y que tuviesen tapadas las piernas, si no era así te decían que no podías pasar, tras visitar la iglesia por dentro y hacer la fotos de rigor, volvimos a la escalinata donde me hice un retrato de coña, con pinta de romano sobre una columna.

Después volvimos a bajar y estuvimos viendo la Fontana della Barcaccia célebre escultura situada a los pies de la escalinata, obra de Pietro Bernini, que debe su nombre a su parecido con un barco naufragado. Según se dice inspirada por la llegada a la plaza de un barco en la inundación del Tíber en 1598. La anécdota serviría para que el Papa Urbano VIII le encargase su realización a Pietro Bernini.

Dado que no era posible habilitar grifos o pequeñas cascadas, se construyó un vaso ligeramente más bajo al nivel del suelo rodeando la barca, de cuya popa y proa emergen pequeñas corrientes de agua potable.
Tras esto cogimos la Via del Condotti que nos llevaría al plaza de Popolo, recorriendo una de las calles con las tiendas más elitistas y lujosas de roma.