viernes, 13 de agosto de 2010

Basílica de San Pedro del Vaticano 04/09/2004

Tras visitar los museos vaticanos nos acercamos a ver la Basílica de San Pedro es el edificio religioso más importante del catolicismo. Aunque no es la catedral de la diócesis de Roma.

En su interior se halla el «Trono de San Pedro». En la basílica está enterrado San Pedro, el primer Papa. La basílica actual se alza en el lugar donde San Pedro fue martirizado y enterrado.
La construcción del edificio actual se inicia en el siglo XVI. El proyecto consistía en un edificio con planta de cruz griega inscrita en un cuadrado y cubierta por cinco cúpulas. El Papa Pablo III encomendó la dirección de las obras a Miguel Ángel. El diseño original tenía problemas estructurales que debieron ser corregidos por Miguel Angel, La aportación más importante de Miguel Angel fue la gran cúpula sobre el altar mayor y el sitio donde la tradición indica se localiza la tumba del Apóstol Pedro, a la cual se puede subir para tener unas vistas espectaculares de la ciudad de roma, son unos 300 y pico escalones y la subida nos es apta para claustrofóbicos a demás según vas subiendo las paredes se van curvando.

Tras subir a la cúpula visitamos el interior de la basílica que desde un principio da la sensación de que la escala con la que se hizo no fue humana, está construida para gigantes hasta los angelotes miden tres metros, todo transmite una sensación de grandiosidad. La verdad es que es la basílica más espectacular que he visitado con diferencia.











También tenían la estatua de la piedad tras una lamina de plexiglás desde que un aprensivo se lio a martillazos con ella, y es una putada dado que al hacer fotografías dado que el flash se releja en el plexiglás y si no lo usas la foto sale oscura y como encima esta delante de una ventana la foto sale deslumbrada una faena valla (pena de no tener una cámara réflex en ese momento).


La Piedad del Vaticano o Pietà, la composición con una Virgen joven, bella y piadosa cuyas vestiduras se expanden con numerosos pliegues, sostiene al Hijo muerto y que aparenta mayor edad que la Madre, en una composición triangular sosegada y llena de ternura. La juventud de la Virgen es muestra del idealismo renacentista: se trata de representar el ideal de belleza y juventud, una Virgen eternamente joven y bella.


Cuando la obra fue finalizada y entregada, algunos pusieron en duda que hubiera sido Miguel Ángel el verdadero autor dada su juventud. Al enterarse, Buonarroti en un arranque de furia grabó a cincel su nombre en la escultura, siendo esta la única obra firmada del artista. En la cinta que cruza el pecho de la Virgen puede leerse: «Michael A[n]gelus Bonarotus Florent[inus] Facieba[t]» («Miguel Angel Buonarroti, florentino, lo hizo»).

En esta escultura predominan las armonías de contraste. Hay tres:


Primera armonía: Los ejes del cuerpo de Jesús (líneas quebradas) se contraponen a los pliegues curvilíneos y angulados de los vestidos de la Virgen María.


Segunda armonía: El brazo derecho de Jesús cae inerte. Éste se contrapone al brazo izquierdo de la Virgen, que esta lleno de vida y conmiseración.


Tercera armonía: Los pliegues de la Virgen con oquedades forman contrastes de claroscuro. Estos se contraponen a las superficies claras y lisas del cuerpo de Jesús, expresados en "sfumato".
La inscripción que se ve como un cinto en la base de la cúpula dice: TV ES PETRVS ET SVPER HANC PETRAM ÆDIFICABO ECCLESIAM MEAM ET TIBI DABO CLAVES REGNI CÆLORVM «Tú eres Pedro, y sobre esta Piedra edificaré mi Iglesia, y te daré las llaves del Reino de los Cielos»


En el centro de la fachada vemos el balcón central, llamado "balcón de las bendiciones" porque desde aquí el Papa imparte la bendición Urbi et Orbi (a Roma y al mundo). Es posible la visita a la cúpula, desde donde se observan unas maravillosas vistas de la plaza de San Pedro, la Ciudad del Vaticano y la ciudad de Roma.

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