jueves, 26 de agosto de 2010

Ruta de los Cataros 2

Cuando llegamos a este pueblo ya eran la 17:30 de la tarde por lo que ya estaba cerrada la visita al castillo.






Pero dado que no había nadie subimos por nuestra cuenta a ver la ruinas del castillo.

La verdad es que el pueblo era bastante pintoresco y con un ambiente bucólico bastante chulo.

El típico sitio donde pasar un fin de semana paseando por la naturaleza.





Ruta de los Cataros 1

El ultimo día nos dedicamos a visitar distintos pueblos de la ruta de los cataros






Iglesia de Santa Perpetua de nimes

Despues nos acercamos a visitar La iglesia de Santa Perpetua antes de continuar nuestro camino de vuelta









Por el camino vimos en un pueblecito una replica de la estatua de la libertad
LLegamos al apartamente a las tantas de la mañana

Nimes

Llegamos a Nimes de noche y tras aparcar nos acercamos a ver el principal monumento de la ciudad, las Arenas de Nimes es un anfiteatro romano edificado en el año 27 a. C., en la actualidad se encuentra remodelado y se utiliza como coso taurino para la celebración de corridas de toros.


Tiene un ruedo elíptico de 133 m de largo y 101 m de ancho. Está rodeado por 34 gradas, sustentadas por una construcción abovedada. Tiene capacidad para 16.300 espectadores y cuenta desde 1989 con una cubierta móvil y un sistema de calefacción.


Construido en tiempos de emperador Augusto, al inicio del Imperio, el anfiteatro fue fortificado por los visigodos y rodeado de una muralla. Durante los turbulentos años que siguieron al hundimiento del poder visigodo en Hispania y Septimania, la invasión musulmana y posterior toma por los reyes francos, los vizcondes de Nimes construyeron su palacio-fortaleza dentro del anfiteatro. Más tarde un pequeño barrio se desarrolló en su interior, el cual contaba con unas cien viviendas y dos capillas. Setecientas personas vivían dentro en su momento de mayor esplendor.
Dado que era de noche no pudimos visitar las arenas de Nimes, después nos acercamos a un parque cercano antes de acercarnos a un hamburguesería para pillar algo de cenar.



Tras cenar nos acercamos a ver la Puerta de Augusto es una de las que permitían el acceso a la ciudad a través del recinto amurallado. Era el punto de llegada de la Via Domitia. Es del siglo I d.C y tal como su nombre indica, obra del primer emperador romano, César Augusto.
Se trata de unas ruinas en un estado de conservación bastante mediocre, aunque los elementos estructurales que se conservan (varios arcos) permiten hacerse un idea muy aproximada de la magnitud y el esplendor que debía tener en sus tiempos.

PONT DU GARD

Siguiente parada el Puente del Gard es un Puente construido por el Imperio romano tiene la doble función de puente para el acueducto del Gard y puente carretero. Se creyó durante mucho tiempo que el Pont du Gard fue construido alrededor del año 19 a. C. Sin embargo, las excavaciones recientes sugieren que se realizó en el siglo I d. C. Su construcción se atribuye al yerno de Augusto, Marco Vipsanio Agripa.

Diseñado para llevar el agua a través del pequeño valle del Gardon, fue parte de un acueducto de unos 50 km que llevaba el agua desde los nacimientos cercanos a Uzès hasta la ciudad romana de Nemausus. El acueducto completo tenía una pendiente de de 34 cm/km (1/3000), descendía sólo 17 m en todo su trayecto y llevaba 20.000.000 de litros de agua diariamente.
Fue construido por completo sin emplear argamasa. Las piedras del acueducto– algunas de las cuales pesaban hasta seis toneladas – se mantienen unidas por grapas de hierro. Se construyó un complejo andamio para aguantar el acueducto mientras se construía. La fachada todavía tiene las marcas de su construcción en forma de protuberancias por las que se unía al andamio y caballetes en los pilares que sostenían los marcos semicirculares sobre los que se construyeron los arcos. Se cree que se tardó unos tres años en construirlo, y que participaron en las obras de 800 a 1.000 trabajadores.
A partir del siglo IV se descuidó su mantenimiento y los sedimentos empezaron a obstruir el conducto. En el siglo IX quedó inservible y la gente empezó a usar sus piedras para sus propios propósitos. Sin embargo la mayor parte del Pont du Gard permanece intacta.
Hasta el siglo XVIII el acueducto fue usado como puente que facilitaba el tráfico a pie atravesando el río. Los pilares del segundo nivel vieron reducido su grosor para hacer más espacio para el tráfico, pero esto hacía peligrar la estabilidad de la estructura. En 1702 los pilares fueron restaurados a su grosor original para salvaguardar el acueducto. El acueducto fue restaurado en el siglo XVIII, pues para entonces era un reclamo turístico y fue restaurado de nuevo durante el reinado de Napoleón III a mediados del siglo XIX.

ORANGE y su Teatro romano

La primera parada en nuestro camino de vuelta fue en la ciudad de Orange donde nos acercamos a ver su teatro romano uno de los mejor conservados del mundo, y para variar y con la suerte que tenemos al llegar descubrimos que como no estaba de obras y todo el muro de escena estaba lleno de andamios.



El Teatro antiguo de Orange, construido bajo el reinado de César Augusto en el siglo I, es uno de los teatros romanos mejor conservados del mundo. Aún dispone del muro de escena con su elevación original: 103 metros de largo por 37 de alto.

El teatro de Orange, junto con el Arco del Triunfo de la misma localidad, fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.

El muro de escena — «Es la muralla más bella de mi reino», dijo Luis XIV durante una visita — estaba antiguamente decorado con estatuas, frisos y columnas de mármol, de los que quedan algunos vestigios.

Su capacidad se calcula entre 9.000 y 10.000 plazas.

Fundado en 40 a. C. por los veteranos de la Legio III Gallica de Julio César, Orange era una colonia romana llamada Arausio que fue fundada en el mismo año. Conoció un gran desarrollo bajo el emperador Augusto, durante cuyo reinado fue erigido el teatro.


Tenía un papel destacado dentro de la vida de los ciudadanos, quienes pasaban gran parte de su tiempo libre allí, de manera que las autoridades romanas veían el teatro no sólo como un medio para divulgar la cultura romana a las colonias, sino también como una forma de distraerlos de toda actividad política.

Mimos, pantomimas, lecturas poéticas y los attelana era la forma de entretenimiento predominante, muchos de los cuales duraban todo el día.
Para la gente corriente se hicieron muy importantes los magníficos conjuntos escenográficos, como lo era el uso de maquinaria escénica. El entretenimiento ofrecido estaba abierto a todos y era gratuito.
El teatro no sobrevivió a la decadencia del Imperio romano y al crecimiento del cristianismo fue clausurado definitivamente en 391 ya que la iglesia se oponía a lo que consideraba espectáculos paganos.
En la Edad Media sirvió de puesto de defensa, y en el siglo XVI de refugio para la población durante las guerras de religión de Francia.
Tras visitar el teatro romano nos acercamos a un museo de arte romano que había a lado y tras echar un ojo cogimos de nuevo el coche y seguimos la ruta de vuelta.

Murallas de Aviñón

El ultimo monumento en nuestra visita a Aviñón fueron las murallas de Aviñón es un antiguo recinto murario de la ciudad.

Se encuentran en buen estado de conservación, representando uno de los mejores ejemplos que quedan de fortificaciones medievales. Fueron construidas por los papas en el siglo XIV. Pueden verse 39 torres macizas y varias puertas, tres de las cuales son del siglo XIV.

Las murallas fueron varias veces reconstruidas y reforzadas en los siglos posteriores, habiéndose restaurado en el siglo XIX.El conjunto de defensas de la ciudad se encuentran en el lado septentrional de la llamada Rocher des Doms, o promontorio rocoso sobre el Ródano en el que se encuentra el Palacio de los Papas y la catedral.

Entre sus torres, destacan la llamada Tour des Chiens («Torre de los perros») y la Tour du Chatelet, que domina el acceso al puente de Saint Bénézet.






Tras esto cogimos el coche y nos pusimos rumbo de vuelta al apartamento haciendo las paradas de rigor en distintos sitios.