Tras visitar la catedral estuvimos callejeando hasta llegar
a parque de Bruselas, donde estuvimos un rato descansando y comiéndonos los
bocadillos que aviamos preparado, después de estar un ratito disfrutando de la
tranquilidad del parque no acercamos a ver el palacio real que esta justa en uno
de los lados del parque a otro se encuentra la Cámara de representantes.
Entonces me empecé a encontrar
indispuesto y tuvimos que buscar unos servicios públicos, al final terminamos
en la estación central, donde descubrí que los baños públicos en Bruselas
cuestan, el precio de estos eran 50 céntimos, pero debo decir que para ser lo
viejos que son están muy cuidados y limpios, y en cuanto salí del servicio
entro la chica para volver a limpiar, a tontas y a locas creo que en todo el
viaje me deje unos 9 euros en servicios públicos pero salvo ciertas excepciones
todos estaban impolutos.
Después
de la visita de al señor roca, decidimos ir a ver el Manneken Pis pero en vez de
utilizar el metro fuimos callejeando, nos paramos en un supermercado a comprar
algo de provisiones para los siguientes días, nos pareció curioso que la comida
de los supermercados era cara en comparación con el precio de los menús de los
restaurantes, pero compramos algunas cosillas como agua, una marca de bombones
que recomendaban en un foro y algo de pan de molde para sándwiches, después nos
acercamos a ver el edificio de la Bolsa que tiene estilo neorenacentista parece
un templo griego.
Al lado del la opera había un mural con dibujos de comics,
por toda la ciudad hay pintadas fachadas con imágenes de comics belgas como tintín
La zona del centro también está llena de fuentes a cada cual
mas curiosa
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