Tras visitar los jardines nos dejaron que pudiésemos visitar la ciudad vieja y la casa de té estuvimos dando vueltas por las callejuelas viendo tiendas donde vencían de tondo, vendedores ambulantes nos querían vender relojes rolex (mas bien trolex), plumas Montblanc y demás imitaciones, también pudimos volver a oler ese agradable aroma del aceite de sorgo (como se me revuelven las tripas solo de recordarlo).
Después de dar unas vueltas fuimos a ver la casa de té, fundada en el año 1784 en la parte trasera del Templo de los Dioses de la Ciudad, se encuentra en medio de un lago. Se accede a ella por un puente zigzagueante diseñado conforme las supersticiones del Feng Shui para marear a los malos espíritus y evitar que se tomen un té según la tradición china los malos espíritus solo pueden ir en línea recta no pueden girar por lo que al ser un puente zigzagueante esos caerían al agua y no podrían llegar a la casa de té, es un lugar turístico por excelencia.
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